Aunque estén apagados o en stand by, muchos de los aparatos eléctricos que tenemos en casa siguen consumiendo energía porque continúan conectados a la corriente y por lo tanto, gastan electricidad.
Con las tarifas de la luz batiendo records cada día, donde el kilovatio hora llega a tener precios desorbitados, hay que ir pensando en fórmulas de ahorrar en la medida de lo posible para no llevarnos sustos a la hora de pagar la factura.
Además de intentar mejorar nuestro consumo cambiando las bombillas tradicionales por leds o haciendo pequeños gestos cotidianos que igual nos permite ahorrar un pequeño porcentaje, como aprovechar al máximo la luz natural o usar de forma más eficaz algunos electrodomésticos como el lavavajillas o el horno, también podemos tratar de reducir el 'consumo fantasma' de electricidad que generamos prácticamente sin darnos cuenta.
Una vez hecho este gesto, la luz roja se apagará indicando que ahora sí el televisor está completamente apagado. De esta forma ya no se producirá este consumo fantasma.
Otros ejemplos habituales en los que se produce este gasto de electricidad es por ejemplo cuando dejamos conectado el cargador de nuestro teléfono móvil o el de varios dispositivos, una vez ya hemos terminado de cargarlos.
Todos los dispositivos enchufados generan consumo fantasma aunque estén apagados, así que si realmente quieres reducirlo lo mejor es desenchufar, en la medida de lo posible, los electrodomésticos que puedas de tu casa.
Una buena opción, para enchufar y desenchufar los aparatos electrónicos de forma eficaz es a través de una regleta que tenga un interruptor o a través de un enchufe con temporizador.
Al final, este consumo fantasma de electricidad puede llegar a suponer un 11 % de nuestra factura de luz anual.
Publicado en Los Negocios.es